27/03/09
Tengamos el sexo en paz
Los hombres, qué fantasmas
--------
En toda la historia del mundo, nosotros, los modernos, hemos sido los primeros en plantearnos el problema de nuestro placer. Cuando la gente trabajaba 18 horas diarias, no les quedaban energías que dedicar al acto sexual. Estaban agotados, comían, se acostaban, tran-tran-tran, y desspués, grrrrr... (Ronca)
Hoy en día sigue ocurriendo, aunque se trabaje mucho menos.Algunas amigas mías se quejan de que trun-trun-trun, y después, grrrrr, sin decir siquiera : "Gracias, cariño, ¿quieres una copa?"
Para los hombres, exhibir su disfrute se ha convertido en un símbolo de status social: una esposa, una novia, un novio, tres amantes ..., y ¡hala, a presumir!
Cómo ese actor inglés que afirmaba haber copulado tres mil veces en cinco años, con tres mil mujeres distintas. ¡Tres mil! ¿Dónde está la gracia de hacerlo así... en plan conejo mecánico? (Jadea rápidamente) "Aha aha... gracias guapa ¡Aha aha! ¿Te ha gustado?... ¡Aha aha! ¿Cómo te llamas?" , etcétera.
Auténticos trabajos forzados.
Subscribirse a:
Publicar comentarios (Atom)
Neste blog utilizamos as imaxes con fins educativos. Se algunha delas estivese suxeita a dereitos de autor, pregamos vos poñades en contacto connosco para retirala de inmediato.
Deseño logo: shouvas
Ningún comentario:
Publicar un comentario