La puerta trasera del Paraiso
Joaquín y Mario se dirigen a su instituto para realizar un examen de latín pero la lluvia complica el tráfico por las calles de Barcelona y el padre de Mario atropella a un peatón que cruza sin mirar.
Se llama Ahmed y resulta ser un emigrante sin papeles nacido en el Sáhara que se niega a ser
trasladado a un hospital. Sin embargo, Joaquín lo convence para que su madre que es enfermera,
le vea la herida de la cabeza.
Desde el primer momento una sólida e intuitiva complicidad surge entre ellos. Ahmed ve
confirmado sus presentimientos cuando descubre en la habitación de Joaquín la foto de una
mujer magrebí a la que identifica como la esposa de su mejor amigo y a quien el chico recuerda
como su niñera.
Joaquín había nacido en la ciudad de Khassar, en el desierto del Sáhara. Su padre, Brahim, que
era pastor, cuando vuelve de buscar pasto para el ganado, se da cuenta que la ciudad ha
desaparecidos bajo la arena del desierto a causa de una gran tormenta.
Su mujer, Fatma, y su hijo, de menos de un año, han tenido que seguir a la tribu para intentar
sobrevivir. Desesperado, Brahim se encamina a las montañas del norte y un grupo de bereberes
le indican que su tribu pasó por allí, hacía más de un mes, dirigiéndose a un lugar desconocido
llamado Europa. Nunca logrará alcanzarlos.
Fatma y su hijo acaban acogidos en casa de un matrimonio barcelonés que tiene un hijo de la
misma edad. Arreglan los papeles de residencia de la madre y, cuando Fatma muere, intentan
adoptar al niño, que se llama Brahim. Poco antes de conseguir la adopción muere su propio hijo,
Joaquín, y deciden poner este nombre a Brahim.
Enterado de estos hechos, Joaquín decide buscar a su padre que sabe que un año antes ha
pasado por Barcelona trabajando en un circo. Contando con la comprensión de su madre
adoptiva, Ana, y la ayuda de un detective amigo de su padre, lo encontrará gravemente enfermo
en Alicante. Todas sus peripecias las vivirá acompañado siempre por su amigo del alma, Mario,
que le será de gran apoyo.
Brahim, padre e hijo, vivirán intensos y definitivos momentos juntos hasta la muerte del padre.
Unos años más tarde Joaquín se traslada al Sáhara para ver el lugar donde había nacido y vivir
un atardecer en el desierto. Desde allí llama su novia Mahmuda, hija de Ahmed, que no ha
querido acompañarlo porque ella no ha nacido en el desierto.
Profesor
Joaquín y Mario se dirigen a su instituto para realizar un examen de latín pero la lluvia complica el tráfico por las calles de Barcelona y el padre de Mario atropella a un peatón que cruza sin mirar.
Se llama Ahmed y resulta ser un emigrante sin papeles nacido en el Sáhara que se niega a ser
trasladado a un hospital. Sin embargo, Joaquín lo convence para que su madre que es enfermera,
le vea la herida de la cabeza.
Desde el primer momento una sólida e intuitiva complicidad surge entre ellos. Ahmed ve
confirmado sus presentimientos cuando descubre en la habitación de Joaquín la foto de una
mujer magrebí a la que identifica como la esposa de su mejor amigo y a quien el chico recuerda
como su niñera.
Joaquín había nacido en la ciudad de Khassar, en el desierto del Sáhara. Su padre, Brahim, que
era pastor, cuando vuelve de buscar pasto para el ganado, se da cuenta que la ciudad ha
desaparecidos bajo la arena del desierto a causa de una gran tormenta.
Su mujer, Fatma, y su hijo, de menos de un año, han tenido que seguir a la tribu para intentar
sobrevivir. Desesperado, Brahim se encamina a las montañas del norte y un grupo de bereberes
le indican que su tribu pasó por allí, hacía más de un mes, dirigiéndose a un lugar desconocido
llamado Europa. Nunca logrará alcanzarlos.
Fatma y su hijo acaban acogidos en casa de un matrimonio barcelonés que tiene un hijo de la
misma edad. Arreglan los papeles de residencia de la madre y, cuando Fatma muere, intentan
adoptar al niño, que se llama Brahim. Poco antes de conseguir la adopción muere su propio hijo,
Joaquín, y deciden poner este nombre a Brahim.
Enterado de estos hechos, Joaquín decide buscar a su padre que sabe que un año antes ha
pasado por Barcelona trabajando en un circo. Contando con la comprensión de su madre
adoptiva, Ana, y la ayuda de un detective amigo de su padre, lo encontrará gravemente enfermo
en Alicante. Todas sus peripecias las vivirá acompañado siempre por su amigo del alma, Mario,
que le será de gran apoyo.
Brahim, padre e hijo, vivirán intensos y definitivos momentos juntos hasta la muerte del padre.
Unos años más tarde Joaquín se traslada al Sáhara para ver el lugar donde había nacido y vivir
un atardecer en el desierto. Desde allí llama su novia Mahmuda, hija de Ahmed, que no ha
querido acompañarlo porque ella no ha nacido en el desierto.
Profesor
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