JUDÍOS. Pan ácimo para celebrar la libertad. El calendario lunar que siguen los judíos permitió que la pascua de Pesaj coincidiera este año con la Semana Santa. Por eso los cerca de 40.000 ciudadanos que guardan estas tradiciones en España estaban llamados a reunirse en sus casas en la noche del lunes y del martes, para cenar y leer en familia la historia que narra la salida del pueblo de Israel de Egipto. Pesaj, o la fiesta de la libertad, está llena de platos con sabores amargos y dulces que, por una semana, sustituyen las levaduras por matzá o pan ácimo. "Éste es el pan de la aflicción que comieron nuestros antepasados al salir de Egipto", recitan en una ceremonia que sigue el orden que practicó Jesús en su última cena. En Madrid, algunos leen la historia en ladino para recordar el castellano que hablaron los judíos españoles de la Edad Media. Luego viene la cena: junto a un cordero y hierbas amargas, no falta el jaroset, una mezcla de manzanas o frutos secos que, de acuerdo con el presidente de la Federación de Comunidades Judías de España, Jacobo Israel, recuerda el color de los ladrillos que pegaron sus antepasados.
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