No he leído mucha literatura a lo largo de mi vida. De la que leí recuerdo especialmente los cuentos y más concretamente uno Los tres cerditos que me leía mi madre algunas tardes en la cocina. En las tardes “morriñentas” del invierno al calor de la lareira, mi madre iba desgranando las palabras clásicas del cuento de Grimm.
Esta semana estoy leyendo Las fábulas de Esopo , entre ellas, destaca para mi “El lobo disfrazado de oveja", su lectura me recuerda aquellas tardes de invierno atentas a la lectura de mi madre.
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