ACCÉSIT NA CATEGORÍA 3º/4º DE ESO
Los
únicos supervivientes
Me desperté como cualquier día, entre barrotes. El día discurría con normalidad hasta que nos obligaron a marcharnos de nuestro hogar.
Está bien, pongámonos en situación. Nos remontamos al año 2020 donde se anunció oficialmente que si no se reducía el incremento de contaminación y se seguía con ese ritmo, en el año 2050 el cambio climático sería irreversible e iría todo a peor. Este comunicado lo hicieron los gobiernos antes de la famosa pandemia provocada por el COVID-19, lo cual aumentó todavía más la contaminación por residuos químicos, mascarillas… Esto llevó a que en el año 3000 la atmósfera tuviera un nivel de radiación altísimo. La Tierra dejó de ser habitable por lo cual cada nación envió su propia nave al espacio con la población que lograba sobrevivir.
Una vez en el espacio todas las naves decidieron unirse formando una estación espacial liderada por un canciller y su comité de expertos, que orbita alrededor de la Tierra. En ella crecieron 3 generaciones. Se me olvidó contar que para que la Tierra volviera a ser habitable tenían que pasar 100 años... Solo llevamos 97, pero el oxígeno no aguantará otros 3 años.
Ahora os hablaré de mí, Abby Blake, hija de una de los miembros del comité de la estación espacial, además de una gran doctora. Mi padre era uno de los ingenieros, pero desgraciadamente murió. Y si os preguntáis por qué estoy en la cárcel os diré que es simplemente por una pequeña broma, lo que pasa es que las normas aquí son muy estrictas: un pequeño fallo puede ser muy perjudicial para todos.
Ahora sí, volvamos a esta mañana cuando a mí y a otros 99 presos más de entre 18 y 20 años nos comunican que nosotros vamos a ser enviados a la Tierra como experimento para comprobar si volvía a ser habitable. Era arriesgado pero en todo momento íbamos a tener unas pulseras que medirían nuestras constantes vitales y nuestros niveles de radiación. No era una propuesta ni una opción negarnos.
Durante el aterrizaje, la estación perdió el control y la comunicación con nuestra nave por lo que prácticamente nos estrellamos en la Tierra.
Una vez aterrizamos, conseguimos abrir las puertas. ¡Jamás olvidaré ese momento, fue emocionante por muy pocas ganas que tuviésemos de estar en ese lugar! Todo nos sorprendía.
Mientras algunos informáticos se quedaban intentando restablecer la comunicación con la estación espacial, el resto nos fuimos a explorar y empezamos a buscar recursos para sobrevivir.
Lo bueno es que aunque no tuviéramos comunicación con la estación espacial al menos ellos sabían que estábamos bien por las pulseras.
Y de repente, la idea de que éramos los únicos supervivientes de la raza humana desapareció de nuestras mentes.
Lucía López Roca, 3º A
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